Desde 2020, España ha desarrollado uno de los laboratorios regulatorios más dinámicos de Europa: el Sandbox financiero. Creado para que los proyectos de tecnología financiera puedan ser testados en un entorno controlado, este espacio ha acogido ya seis convocatorias públicas.
También ha aprobado más de cincuenta iniciativas y ha sido escenario de pruebas emblemáticas como la stablecoin EURM y el mercado de security tokens de Bit2Me.
El programa ofrece un equilibrio entre flexibilidad para innovar y supervisión cercana por parte del Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros, facilitando la transición de ideas innovadoras hacia servicios financieros listos para el mercado nacional.
Marco jurídico y objetivos: Origen en la Ley 7/2020
La base jurídica del sandbox es la Ley 7/2020, de 13 de noviembre, que establece el “Espacio Controlado de Pruebas” como una herramienta oficial de transformación digital del sistema financiero español.
Esta ley define criterios de elegibilidad, como la innovación tecnológica, la utilidad económica o social y la madurez del producto mínimo viable (MVP), y contempla una vía regulatoria que puede acelerar el proceso de obtención de licencias si los ensayos resultan satisfactorios.
La Secretaría General del Tesoro publica convocatorias semestrales y asigna cada proyecto a la autoridad competente: el Banco de España si se trata de pagos o dinero electrónico, la CNMV para mercados de valores, y la DGSFP en el caso de seguros.
Este modelo garantiza una coordinación institucional eficaz y permite que las lecciones aprendidas influyan en la evolución del marco normativo.
Evolución de las convocatorias: 2021–2024
La primera convocatoria, lanzada en 2021, atrajo 67 propuestas y aprobó 18 de ellas, algo más de una cuarta parte del total. Entre los seleccionados destacaron proyectos de open banking , crédito alternativo y prevención del fraude.
En 2022, la segunda edición recibió 52 solicitudes, de las cuales 14 fueron admitidas para pruebas, incluyendo soluciones de identidad digital descentralizada como ContractID .
La cuarta y la quinta convocatorias, publicadas entre septiembre de 2022 y junio de 2023, marcaron un giro temático. La agenda pasó a incorporar finanzas sostenibles, security tokens e inteligencia artificial aplicada a la suscripción de seguros.
La sexta convocatoria, abierta en septiembre de 2023, siguió esta línea al aceptar tres proyectos centrados en métricas ESG y modelos de riesgo basados en IA, cuyos ensayos comenzaron en el primer trimestre de 2025.
Casos emblemáticos y beneficios
El caso más mediático ha sido el de EURM, la stablecoin en euros creada por la fintech MONEI. Entre enero y abril de 2024, la solución procesó transferencias tokenizadas de hasta 10 euros por usuario, demostrando una liquidación casi instantánea bajo supervisión directa del Banco de España.
Por su parte, Bit2Me lanzó en junio de 2023 el piloto de su plataforma de security tokens , diseñada para emitir, custodiar y liquidar valores nativos en blockchain, abriendo el camino hacia unos mercados de capitales completamente digitales.
Informes del Tesoro y de las autoridades supervisoras indican que participar en el sandbox acelera el proceso de obtención de licencias y reduce los costes de consultoría, ya que gran parte de la due diligence regulatoria se realiza durante la fase de pruebas.
Además, las empresas que completan con éxito el programa ganan visibilidad ante inversores y grandes corporaciones. La asociación española de fintech estima que la iniciativa ya ha atraído cientos de millones de euros en capital riesgo.
Además, podría generar hasta 5.000 nuevos empleos en el ecosistema financiero en apenas dos años. Ya para los reguladores, el sandbox actúa como un radar de tendencias.
Las conclusiones técnicas que se publican al finalizar cada prueba contribuyen a la elaboración de guías de buenas prácticas en open finance, ciberseguridad y tokenización, influyendo también en la convergencia normativa de España con el Reglamento MiCA sobre criptoactivos.
Ajustes en marcha y perspectivas para 2025
La expansión del programa está generando nuevos retos de capacidad para los equipos de supervisión, que necesitan incorporar perfiles especializados en blockchain , inteligencia artificial y RegTech .
Por otro lado, las startups demandan una mayor protección de datos estratégicos en los informes públicos, una cuestión que el Tesoro tiene previsto abordar en la séptima convocatoria de 2025. Otro punto crítico es la fase posterior al sandbox.
Una grande parte de los proyectos aprobados no llega a escalar comercialmente, ya sea por falta de financiación o por cambios estratégicos durante el piloto. Este hecho subraya la importancia de establecer programas de colaboración con entidades financieras y fondos de capital riesgo.
Con la implementación completa del MiCA y la llegada de sandboxes sectoriales, como el recién lanzado “AgriFoodtech” en Navarra, centrado en la industria agroalimentaria, el modelo español tiende a diversificarse más allá del ámbito financiero.
Incorporando, por ejemplo, áreas como pagos instantáneos, seguros paramétricos y credenciales digitales soberanas. Los expertos prevén que las próximas convocatorias prioricen proyectos que integren métricas de impacto ambiental, inteligencia artificial explicable e interoperabilidad con la infraestructura europea de open finance.
Conclusión
Cuatro años después de su creación, el sandbox regulatorio se ha consolidado como un catalizador clave para la innovación financiera en España. Es una herramienta estratégica tanto para los emprendedores como para la competitividad del sistema financiero español.
Al ofrecer un entorno controlado, transparente y jurídicamente seguro, el programa acelera la maduración de tecnologías emergentes y proporciona a las autoridades evidencias empíricas para ajustar el marco normativo.
El balance, seis cohortes, más de cincuenta pruebas en ámbitos tan diversos como pagos tokenizados y algoritmos de underwriting, demuestra que España no solo sigue el ritmo de la innovación europea, sino que en muchos casos lo marca.